
Libertad
Había una vez un lugar no muy lejano donde había un hermoso jardín, formado por una multitud de flores, rosas, claveles… A este jardín llegaba un hermoso colibrí a alimentarse del néctar de sus flores y a disfrutar de lo libre que era.
Un día, el jardinero estaba molesto con el colibrí porque maltrataba las flores de su jardín, así que decidió capturar a dicho pájaro.
El jardinero tendió una trampa al colibrí y logró capturarlo, y lo colocó en una jaula. Al pasar los días, el jardinero se fue dando cuenta de que su jardín se estaba marchitando y muriendo todas sus rosas. No entendía qué pasaba con su hermoso jardín; hasta que tuvo un sueño donde veía al colibrí libre alimentándose de sus flores y de su libertad.
El jardinero despertó de su sueño y liberó de nuevo al colibrí. El colibrí, muy contento, voló por todo el jardín devolviéndoles un aliento de vida a las plantas y sus flores.
Pasaron los días y el jardín de nuevo se volvía muy lindo y hermoso, y también el colibrí formaba parte de él.
Nacimos libres y para formar parte del mundo.