Si tuviera que contarte cómo estoy, te diría que este año y medio que me falta por cumplir de mi condena se me está haciendo más largo de la cuenta. Si tuviera que contarte algo, te diría que tengo un nudo en el estómago desde enero y que hay lágrimas que hacen mucho daño mientras tratan de caer una y otra vez.
Si tuviera que contarte algo, te diría que me han decepcionado y si me suelto un poco te diría que hasta quien menos me lo esperaba. Y que desde entonces la confianza no tiene el mismo sentido. Si tuviera que contarte algo, te diría que tengo miedo y mucho. Que cada día pienso que puede ser el último y no solo el mío sino el de los de mi alrededor.
Si tuviera que contarte cómo estoy, te diría que triste y que a veces las fuerzas flaquean sin saber muy bien por qué. Si tuviera que contarte algo, te diría que necesito un abrazo de esos fuertes, donde te quedes un buen ratito ahí apretadito y no quieras despegarte.
Si tuviera que contarte algo, te diría que hay sonrisas que se quedan en el aire y otras que no llegan ni a salir. Que amanece a veces nublado y no acaba saliendo el sol. Si tuviera que contarte algo, te diría que pienso más de la cuenta y que a veces me gustaría apagar lo de ahí dentro, por un momento. Te diría que a veces tiemblo y no es de frío y que hay cicatrices que no se terminan de curar.
Si tuviera que contarte algo, te diría que también tengo esperanzas y que las ganas nunca faltan aunque las intenten quitar. Que al fin y al cabo, todavía lo bueno sigue pesando más.
Dedicado a su «Musa», Yoselin M.